Los hilos tensores son una opción ideal si se busca rejuvenecer el rostro, ya que consigue un efecto lifting a través del cual se recupera su tensión y se obtiene un aspecto juvenil lleno de vitalidad.
Se trata de un producto que está compuesto por PDO polidiaxanona, en su formato hay varias vertientes. Están los hilos lisos o monofilamentos, que sirven para la creación de colágeno y elastina mejorando la flacidez. Por otra parte están los hilos espiculados. Son como los hilos monofilamentos, pero tienen unas pequeñas espículas que los ayudan a fijarse al tejido generando una tracción mecánica, reposicionando el tercio medio e inferior del rostro. Están compuestos por: El hilo, por Ácido Poliláctico: estimulan los fibroblastos que aumentan la producción de colágeno reestructurando la forma de la cara. Conos de Láctico Glicólico: anclaje óptimo subcutáneo, no se desplazan, no se deforman, provocan una reacción fibrosa a su alrededor. Tardan en reabsorberse 12 meses. Colocamos los hilos en el plano subcutáneo, mediante finas agujas con tan solo un punto de entrada y otro de salida por aguja. Para evitar molestias, es suficiente con aplicar anestesia local sólo en estos puntos. Este tratamiento es totalmente ambulatorio, pudiendo incorporarse a la vida cotidiana inmediatamente. La duración del tratamiento está entre los 12 y los 14 meses.
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